Mis descubrimientos

OPERACIÓN COMUNIÓN. 4 KILOS MENOS

Los Ojos de Silvia Salgado Adelgazar Comida Metro

Yo no sé por qué, pero este año los kilillos de la Navidad se han resistido a abandonar mi cuerpo y “han hecho piña” con los de Semana Santa. Y eso que desde el 10 de enero me puse las pilas y empalmé una dieta con otra, pero nada; ni la dieta Dukan, ni la del bocadillo…ni ná de ná. Y sí, ya sé que a los 46 no puedes tener el mismo cuerpo que a los 36 y que la premenopausia es implacable, pero yo sigo rebelándome y luchando por conseguir que Elsa Pataky palidezca de envidia cuando me vea ¡JA! Así que he puesto en marcha la “operación comunión” (por la comunión de mi hijo, claro). El objetivo: perder cuatro kilos en un mes y estar dura como un demonio. ¿Y sabéis qué?…¡¡¡creo que lo voy a lograr antes de tiempo!!! Os cuento cómo:

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Buaaah, queda mucho para mayo, pensaba. Pero el tiempo avanzaba sin piedad y yo seguía con el botón del vaquero tatuado en el ombligo. Por primera vez en muchos años la dieta de las proteínas NO funcionaba. Ya había olvidado a qué sabía el pan, el arroz o la fruta. Y a cambio, qué. Naaaaada. Absolutamente naaaaada. Bueno sí, un cabreo de narices y una tristeza infinita al pesarme cada mañana, por supuesto desnuda, en ayunas y absolutamente neurótica. Vamos, que hasta me quitaba la goma del pelo, no fuera a ser que el coletero añadiese dos gramos de más a la báscula. Y entonces empezaron a lloverme las explicaciones y regañinas de “los que me quieren”: que si tanta proteína me ha destrozado el riñón y el hígado, que si estaba claro que el efecto rebote se cebaría conmigo, que la premonopausia es lo que tiene, que 46 años son 46 años…¿sigo?

Y sí, seguramente todos tenían razón, pero yo seguía rebelándome contra aquella injusticia. Sí, injusticia. ¿O acaso es justo no adelgazar a pesar de hacer padel y flamenco cuatro días a la semana y además privarte de comer pan, fruta, azúcar o patatas? ¡Oooooh,  patatas!…¿a qué sabrán? ¿y el pan? ¿y la Nocilla? UFFFFFFF ¡y encima que me pase a mí! ¡A MÍ!, a quien Dios ha bendecido con la virtud de disfrutar comiendo como si no hubiera un mañana… Así que ese era el panorama: mi hijo hacía la comunión en mayo y yo, obsesionada con la báscula y sin perder un gramo. Pero quienes me conocen ya saben que soy terca como una mula y que en esta vida siempre me rijo por una máxima sagrada: A LOS PROBLEMAS, SOLUCIONES. Y eso hice; me apunté al gimnasio, comencé la paleodieta y desde hace unas semanas le he encomendado mi cuerpo (y si me pide el alma también) a Ana Téllez, que después de una buena bronca por haber empalmado tres dietas diferentes en dos meses, “me recondujo por el buen camino” con una terapia combinada de acupuntura, radiofrecuencia tripolar, presoterapia y carboxiterapia. Sinceramente, cuando me soltó todos esos palabros, creí morir. ¿Carboqué? Pues sí, debía ser la única persona en el mundo que nunca había oído hablar de este tratamiento, pero claro…como yo-no-necesitaba-esas-cosas…

Los Ojos de Silvia Salgado Cuerpos Clinica Tellez

Total, que su diagnótico fue el siguiente: “Silvia, tienes el hígado destrozado de tanta toxina como has acumulado por exceso de proteína, y hay que desbloquearlo. Así que, acupuntura al canto. Además, tienes que empezar a hacer la única dieta que sirve para toda la vida, la dieta paleolítica. Para eliminar la grasilla localizada, que por mucho que te machaques en el gimnasio no va a desaparecer en tiempo récord, necesitas diez sesiones de carboxiterapia. Y si quieres estar megaguapa el día de la comunión y lucir una piel “efecto photoshop”, radiofrecuencia tripolar.

Pues bien,  la hice caso ¡¡¡¡¡ Y FUNCIONAAAAAAAAAAA!!!!!

Por partes; la acupuntura me está “desobstruyendo” los conductos que al parecer me ha bloqueado la dieta del señor Dukan. Ojo, que le estoy muy agradecida por haber comido como una fiera durante años y mantenerme en 53 kilos. Así que una vez a la semana, Inmaculada me pone llena de agujas como Pinhead, el personaje malísimo de Hellraiser, para que el Chi fluya de una vez  y mi insulina funcione como tiene que funcionar.

Pero claro, todo ésto no serviría de nada si no hubiese cambiado la alimentación; me he pasado de la dieta Dukan a la paleodieta, que básicamente consiste en comer sano, prescindiendo de alimentos procesados, cereales, lácteos, legumbres, almidones, alcohol y vinagres. Es decir, lo que está permitido es todo tipo de carnes magras, frutas, vegetales, mariscos, nueces, semillas y grasas saludables.

La verdad es que yo soy súper espartana cuando sigo una dieta. Si la hago, la hago. Y os prometo que aparte de haber recuperado el placer de comer fruta, nueces y aceite de oliva, se adelgaza mucho y es sanísima. En realidad se trata de un modo de vida, porque no hay ni mantenimiento, ni efecto rebote, ni pérdida alocada de peso. Yo he adelgazado dos kilos en dos semanas. Y eso de ponerte hasta las cejas de verdura y fruta me tiene como loca.

Seguimos. Presoterapia. Eso sí que lo conoceréis muchas. Y os aseguro que de todos los tratamientos ES EL ÚNICO AGRADABLE, porque te ponen una especie de botas hasta la ingle que se van hinchando por partes para masajearte las piernas desde la planta de los pies a base de presión. Una gozada. Lo importante es que potencia el drenaje linfático.

Los Ojos de Silvia Salgado Presoterapia

Y ahora sí, llega el momento de hablaros de la terapia estrella…¡del azote de las grasas!…la carboxiterapia. Hoy por hoy es el único tratamiento cien por cien efectivo que acaba con la celulitis y la obesidad localizada sin pasar por el quirófano. Consiste en inyectar CO2 a través de agujas finísimas a nivel subcutáneo para que el gas avance hasta la grasa y la destruya. Cada “pinchazo” o dosis de gas que se administra viene a durar entre 50 y 60 segundos, depende del peso de cada persona, y también de la zona que se trate, claro. No es lo mismo la tripa que las piernas. El resultado es espectacular desde la primera sesión, pero no os engaño. Duele. ¡MOGOLLÓN! Pero compensa tanto el resultado y el dolor dura tan poco tiempo, que aunque parezca mentira ya estoy como loca por tener mi próxima “carbo”. No voy a poner una foto mía por puro pudor, pero me encantaría que viérais los resultados con tan solo tres sesiones.

Bueno, pues eso en cuanto al cuerpo. Vamos con la cara, donde por cierto la carboxiterapia tiene también unos efectos tremendos porque acelera la producción de colágeno más que ninguna otra terapia (por cierto, que en la cara no duele nada porque se emplea otra técnica). Pero yo lo que me estoy dando es radiofrecuencia tripolar ¡Que nadie la confunda con la  radiofrecuencia Indiba y Accent! Nada que ver. La tripolar es el “Ferrari” de estos tratamientos; mucho más potente y efectiva porque alcanza mayor profundidad y mayores temperaturas internas. Los tejidos se calientan hasta tres veces más porque la dispersión de energía es mínima. De hecho, con la radifofrencuencia tripolar los efectos se notan mucho antes y hacen falta menos sesiones. Cuando acabas, es como si te hubieran metido dos tortazos, pero el enrojecimiento desaparece a la media hora…y se te queda una piel…ESPECTACULAR.

Los Ojos de Silvia Salgado Radiofrecuencia Tripolar Clinica Tellez

Bueno, nadie podrá decir que no lo he intentado…porque entre el gimnasio, la carbo, la paleodieta, la radiofrecuencia, la acupuntura y la presoterapia, si de aquí a un mes no soy la madre más guapa de la comunión, ¡me como todas las agujas que me han pinchado en dos meses!

Ah, os dejo precios de la Clínica Téllez, que por cierto, ahora tiene promociones súper interesantes:

·        BONO 15 SESIONES CARBOXITERAPIA CORPORAL:  885 euros

·        BONO 10 SESIONES PRESOTERAPIA:                               150 euros

·        BONO 10 SESIONES ACUPUNTURA:                                  300 euros

·        BONO 6 SESIONES RADIOFRECUENCIA TRIPOLAR: 450 euros

 

 

 

 

Author Silvia Salgado

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