Queridas cuarentonas, cuarentañeras, cuarentones, cuarentañeros, me declaro MUY fan de la campaña publicitaria de Envialia…que diría un tuitero. Vaya por delante que no me llevo un céntimo de comisión, pero no me resisto a dedicarle este post.
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El motivo: me hace sonreír. Y eso no está pagado. A ver, que arrancarme una sonrisa a mi es lo más fácil del mundo. Pero cuando lo hace «un desconocido» y de forma «gratuíta» (aquí, por favor, obviad el trasfondo económico publicitario), me revoluciona las endorfinas.
La primera vez que leí uno de sus mensajes fue en medio de un atascazo en la M-40….La situación, pues nada que no hayáis vivido: marabunta de coches, velocidad de crucero «10-metros-minuto», los ojos aún hinchados como huevos duros, el coco leeento…muuy leento…y un sinfín de pensamientos de esos que a las siete de la mañana hacen que te replantees en qué punto de tu vida te has equivocado para estar allí; procesionando y con la mala leche pugnando por salir de tu esófago como un géiser. Pues eso. Y de repente, delante de mí, un furgonetón en el que leo: «UN ATASCO ES UN BUEN LUGAR PARA HACER AMIGOS». Ja!..O mejor dicho…JAJAJAJAJAAAAAAAAAAA!!!…Sencillamente, perfecto. Me encantó…y me dejó la sonrisa puesta durante un par de kilómetros…no más, claro, porque yo soy como soy, y mis mantras duran lo que duran.
(Imagen: Facebook Envialia)
El caso es que estos mensajes que tatúan de optimismo las furgonetas han aumentado y yo he desarrollado una especie de obsesión por ellos. Me fascina estar parada en un semáforo y de repente leer :
NO ESTÁS GORDO…ESTÁS HERMOSO
SI ALGO PUEDE SALIR BIEN, SALDRÁ
EL VASO ESTÁ MEDIO LLENO
MAÑANA MÁS, Y MÁS Y MÁS (éste es mi favorito)
NUESTRO DÍA FAVORITO DE LA SEMANA ES HOY
LO MEJOR ESTÁ AÚN POR LLEGAR
DESPUÉS DE LA TORMENTA, SIEMPRE SALE EL SOL
MAÑANA NO SE TE COLARÁ NADIE EN LA COLA DEL PAN (otro de mis top)
NO TE HACES MÁS VIEJO, TE HACES MÁS SABIO
HAY DOS CLASES DE DÍAS…BUENOS Y MEJORES
Ya os decía que arrancarme a mí una sonrisa es lo más fácil del mundo….o eso, o que soy muy simplona…o que, como diría mi madre, yo llevo la felicidad en mi ADN. Lo juro. Tengo la extraña habilidad de exprimir cualquier momento y degustarlo hasta el clímax siendo consciente de que en ese momento soy feliz. O dicho de otro modo: la gente es feliz a posteriori, nunca en presente. Pero yo sí. Yo tengo la inmesa suerte de saber cuándo «toco» el cielo con los dedos. Y entonces suelto en voz alta: «¡pero c… qué bien estoy!». Y me da igual quién lo oiga. Mi familia está acostumbrada. Mis amigos, ni os cuento. Claro, que esa es una cara de la moneda. La otra (es decir, mi cruz) ya no mola tanto, y es que nunca acepto que lo bueno acabe. NO-NO-Y NO!!!..Qué poco me resigno!!!…sí, es muy pueril, pero ya me flagelo yo solita…Bueno, a lo que iba…que el otro día, parada tras una furgoneta de Envialia y abducida por el mensaje «de la cola del pan» pensé: caray, si estos mensajes lograsen provocar en…qué sé yo…40 personas más, el mismo buen rollo que me genera a mí…el creativo responsable de la idea merece el Príncipe de Asturias! (me refiero al premio, claro, no al heredero).
En fin…será la edad, la pre-menopausia, los cambios que ha habido en mi vida en los últimos meses, la operación de mi padre, la partida inminente de mi hijo mayor a USA, el biomagnetismo (ya os contaré si me funciona o no), la primavera, el buen trabajo de mi coach…yo qué sé…pero cada vez estoy más convencida de que la felicidad es una elección.
A ver, que no es que yo me plante en Mercadona y empiece a regalarle «tequieros» a diestro y siniestro, pero confieso que cada vez me cuesta menos decirlo…y funciona. En serio. Según mi coach es un ejercicio que hay que practicar todos los días;
- Te llenas de buen rollo
- Compartes ese buen rollo (síii…también con esa a la que odias)
- Confías en que la onda expansiva buenrollista te alcance de nuevo
- Y tachán!!!…compruebas que funciona. Lo juro
Básicamente se trata de interiorizar el mantra de «mente positiva». Al principio cuesta muchísimo concentrarse porque es dificil dejar la mente en reposo…pero es cuestión «de músculo»…poco a poco va saliendo solo…
Lo dicho, será la edad…¡o que odio perder el tiempo!…sobre todo después de comprobar que hoy tengo 43 años y «ayer» tenía 24…
Así que, imbuída de esta doctrina tan hippy/optimista/…y quién sabe si pasajera, os dejo una frasecilla que intento incorporar a mis ejercicios diarios de buenrollismo:
Hoy no sabía qué ponerme…y me he puesto una sonrisa!
Postdata: cuando me ponga insoportable con la ovulación, recordadme que me lea este post unas cuantas veces.
Otro postdata: El término «buenrollismo» no está admitido por la RAE, pero el «palabro» me encanta y la Frikipedia define al «buenrollista» como «tribu urbana y rural peligrosísima cuyo mayor distintivo en creer en el Buen Rollo Universal». Me encanta.
Hoy no sabía qué ponerme…y me he puesto una sonrisa! … me encanta