Mis casas

CLUB DE GOLF (LAS ROZAS)

La vida cambia y cada etapa viene marcada por unas circunstancias personales y laborales que no siempre podemos prever; lo que a los veinte años nos parece fabuloso, a los cuarenta ya no lo es tanto. Yo misma, de jovencita, soñaba con vivir en una buhardilla del barrio de los Austrias de Madrid. Lo de menos era el ascensor. ¿Qué importaba que para llegar al quinto piso hubiera que subir con piolet o que el pisitoen cuestión no tuviera plaza de garaje? ¿Que no había un supermercado cerca?…buah, menuda tontería! Si yo lo único que quería era tomarme unas cervezas con los amigos en ese minibalcón contemplando la puesta de sol!!! Pero claro, el tiempo pasa, te quedas embarazada, y lo de subir la Maclaren con el bebé cinco pisos por esos escalones…mmmm…como que no. Vamos, que ni de coña….que bendito ascensor! Y que si además hay una farmacia al lado del super, mejor, porque como te vas a tirar un tiempecito que voy-que vengo a comprar Dalsy, pues eso. Total, que empiezas a valorar cosas que jamás te habrías planteado.

Y eso es exactamente lo que ocurre con las casas…que no siempre reúnen las características adecuadas para el momento en que nos hallamos. La buena noticia es que, lo que a ti no te sirve hoy, a otro sí.

LOS MOTIVOS DE LA VENTA

Por esta razón los propietarios de esta casa del Club de Golf de las Rozas decidieron ponerla en venta; ¡claro que han sido felices en ella! ¡claro que sus seis habitaciones estaban llenas! ¡claro que han disfrutado de las vistas y ese jardín durante años!…pero en este momento, les sobra casa. Tal cual. Y es ley de vida: los hijos vuelan del nido (bueno, los que pueden) y ahora, ellos prefieren mudarse a la ciudad.

Me sigue sorprendiendo que cuando un cliente va a visitar una casa, en el 98% de los casos siempre pregunta por qué vende el propietario….como si en el fondo buscase un motivo oscuro o sórdido que justifique sus miedos: «…si no es bueno para ellos, por qué tendría que serlo para mi?», piensa él. Pero en el fondo es humano planteárselo; comprar una casa no es cuestión baladí, ni mucho menos. De hecho, será una de las operaciones económicas/emocionales más importantes que alguien pueda realizar a lo largo de su vida.

Cuando me hice cargo de la comercialización de este chalet, lo primero que pensé fue que sería idóneo para una gran familia, sin embargo, para mi sorpresa, quienes más lo demandan son parejas sin niños o un solo hijo que buscan calidad de vida, es decir: espacio, una ubicación que les permita plantarse en el centro de Madrid en 20 minutos y un entorno tan privilegiado como éste.

UNAS VISTAS DE PELÍCULA

Esta vivienda se encuentra en la calle Cabo de Torres, justo en la intersección entre el Club de Golf y Molino de la Hoz. Ha sido edificada en lo alto de la ladera que baja hasta el arroyo de la Torre…por eso esta es una de las parcelas con mejores vistas de la urbanización.

…Y UN JARDÍN ÚNICO

Lo del jardín es punto y aparte. La parcela mide 3.100 metros cuadrados, pero lo impresionante no son sus dimensiones, sino su diseño, porque se asienta en tres niveles diferentes que descienden por la ladera. Está claro que esta casa no es para cualquiera…aquí solo puede ser feliz alguien que busque naturaleza en estado explosivo, privacidad absoluta y el placer de vivir en un pedazo de casa donde las vistas forman parte del inmueble

Si queréis saber precio, características y datos técnicos, aquí os dejo un enlace al anuncio https://www.idealista.com/inmueble/85689156/

Author Silvia Salgado

Consultora inmobiliaria con 30 años de periodismo a la espalda.

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